Buenas Buenas...

¡No estaba muerto, es que andaba comprando casa!

Bueno, después de muchísimos días desconectadísimo, (hace mucho no pasaba tanto sin entrar un segundo a la red) he vuelto, ¡y con apartamento nuevo, señores!

Pues sí, he encontrado, junto a mis queridos padres, una belleza de apartamento. En uno de los mejores sitios de Bogotá, de dos pisos, y lo mejor de todo: tres habitaciones. ¡Cambio total! He tratado de encontrar las mejores cosas para ponerle bien moderno y llamativo, nada de vejeces y antigüedades. Mi cuarto, el más colorido de la casa, cuenta con naranja, ocre, marrón, blanco, verdecillos, rojos, y una hermosa litografía de Toulouse-Lautrec. El comedor lo compramos en madera oscura tapizados en un verde ácido, la sala tiene un sofa naranja, y las sillas son de color beige. Hasta nevera compré.

En fin, valió la pena la desaparecida, durante estas dos semanas... lo único triste es que ya no seràn tan frecuentes las meditabundas caminadas por la Carrera 7ma. que tanto que decir le dieron a este blog... Sin embargo, estoy muy contento. Era una cambio anhelado, y sobretodo revitalizante.

De nuevo, que pena con la visita... ¡pero no os quejéis que sois bienvenidos, a estrenar morada!



Tema oficial del nuevo apartamentico... pero sin las conejitas de Playboy... ¡tampoco conchuda sea la visita...