7.20.2007

Patriotismo isleño...

Puede que haga parte de su estrategia politiquera; puede que sea una provocación internacional; puede que sea una forma más de "su mano fuerte", más que de "su corazón grande". Puede que sea cualquier cosa, diferente al amor por la isla. Pero celebrar el 20 de julio en San Andrés Isla es un gesto que me parece espléndido.

Si alguna vez he visto en mi vida una verdadera manifestación de alegría y amor por la patria, esa ha sido en San Andrés. Paradójicamente, un pueblo que se encuentra a más de 750 km de distancia del territorio colombiano -y apenás a 220 de Nicaragua, quienes reclaman su soberanía- se vuelca con un enorme amor por Colombia cada 20 de julio a celebrar su nacionalidad.

Como pueblo caribeño, el colorido de su desfile es encantador. Es un desfile corto, sencillo, civil, sin las pretensiones políticas y militares de otros desfiles. Es una fiesta de negros, mestizos, blancos y árabes. De isleños y continentales. Un desfile que recorre la Avenida 20 de julio, a ritmo de tambores, liras y platillos. Pero también maracas, steel drums, y baile. El paso no es de rigidez militar. Es un armonioso caminar que contagia a los presentes. Un, dos, tres, atrás; un, dos tres, atrás. Y el sol de mediodía golpea con toda su fuerza mientras la salada brisa del mar refresca a los desfilantes. Son 30 minutos de color, bulla, y caribe colombiano. Así es como se celebra una Fiesta Nacional.

Es por eso que me encanta que hoy, el gobierno -sea quien sea-, haya decidido hacer su Desfile de Independencia en el Archipiélago. Allá muchos se sienten más colombianos que algunos que están dentro del territorio continental. San Andrés -nuestra querida Sanancho- es nuestra tierra, nuestro país también; no solo un lugar de fiesta y "semanasantiadero".

Tal cual. Y que pena con la visita que buscaba una estupidez youtubiana... No os preocupéis que de esas me quedan un jurgo.

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