12.31.2007

Gluckliches Neues Jahr!

Se terminó este 2007, y aquí seguimos, listos pa'l 2008, esperemos más sabroso y guapachón que el anterior.

De las cosas buenas que nos quedan: el post No. 100, alegría y orgullo de esta casa. El nuevo blog en Wordpress.com que ha pegado (en un 15 días la lleva 300 visitas, a eso de 30 diarias). Las rumbitas pegadas y las noches celebradas. El nuevo apartamento en Bogotá. Y sobretodo, una gracia y un estilo que ya van definiendo esta cazuela de mariscos. Epa' que estamos muy contentos.


Feliz Año, gente, espero que el otro siga tan querida la visita. Saludos, y que vuelvan,


Abadía Vernaza.

12.16.2007

News update: from my bed...

...recostado en mitad de mis vacaciones!

Pero no podemos decir que andemos desocupados, in fact, tenemos más por hacer -o querer hacer- que cuando estoy en la misma Universidad. ¡Que cosas!

Los lectores -espero en verdad que hayan muchos habituales- habrán vistos un nuevo widget en la barra derecha mi blog. Es un artilugio de FeedBurner que informa los post que se originan en mi nuevo tauroblog: La Monumental de Cañaveralito. Una especie de barra de noticias, que pa' que pero le da caché a esta pequeña casa. Se ve como todo un conglomerado de información -relevante, pos pa' qué preguntarse cosas tan banales, don't ask, just kiss.

Y bien, como su descripción de "tauroblog" lo indica, y su título de plazuela monumental, este nuevo blog -casa, plaza, coso o ruedo- está dedicado a los Toros, y más específicamente a mis impresiones, opiniones, desacuerdos y desacatos para con la Feria Taurina de Cañaveralejo. Ahí vamos a hacer ochas y panochas con todos, al menos lo intentaremos, y si todo resulta un mierdero, de seguro y allá termina más de uno untado. Si todo resulta impecable, pues le ponemos un moño y nos vamos de fiesta.

Una nueva casa, con olor a manzanilla, tabaco, boñiga(1) y cal, donde poco importa quién es quién porque como dice allá mismo: "Es mi blog y aquí mando yo".

Por ahora, ahí estaremos con más arena en los ojos que emoción en la sangre, pero pa' que estamos sino pa' manifestar nuestro amor -jamás discutible aquí- por la Fiesta. ¡Y olé!

(1) entiéndase: plasta de mierda bovina. Obviamenteee, de origén vegetal.

PD: La Añoranza sigue por supuesto que sí, de tanto en canto. Y con mucha bailada

12.15.2007

Un anónimo lector comenta...

Un asiduo visitante de esta casa, quien a propósito se deja llamar Anónimo pero que yo conozco su identidad, ha apuntado algo muy cierto sobre este nostálgico hogar: vacaciones=videos.

¡Ay, que verdad tan dolorosa! Si esta casa se construye lentamente durantes los periodos académicos, con palabras, con apuntes, con inventos y desigualdades, los ladrillos (ya van en 104) que se utilizan en vacaciones son de molde prefabricados y comprados al por mayor. Son videos. Videos del inagotable Youtube. Y es totalmente cierto, mi querido(a) Anónimo. Quisiera discutir muchos temas más. No sé... sobre Cali (que a propósito no me es tan extraño como creéis), sobre Toros -muy a propósito de la Temporada que empieza-, del Desocupe y algunas cosillas más. Pero no le saco tiempo. Me cuelgo entre televisores, computadores, trasnochos y resacas. Pero esta querida casa necesita una buena presentación, sobretodo pa' las Navidades, así sea un bonito pesebre, o un arbolito lo más alumbradito.

Paradójicamente, las últimas semanas han aparecido más lectores, que han comentado sobre los cimientos de esta casa. Eso motiva más a escribir. Pero vamos despacio que es mejor un buen trago de ginebra que diez de aguardiente, bueno dependiendo de las intenciones.

Anómino, tenéis razón. Pos pa' que te digo que no si sí. Y a los otros habituales, esta casa es vuestra, tumbadla... ¡Que estoy conteeeento, túmbenla!

12.10.2007

Mi carta al niño Dios

No he pedido mayor cosa, tal vez plata o algo de ropa, unos cuantos libros y alguna película... pero sabéis qué pasaría si recibo la Nintendo Wii que tanto quiero?

He aquí la ilustración audiovisual del asunto...



O estos manes están más claros en la vida...



Como sea, en el caso -poco probable- de recibir el Nintendo Wii, o la PlayStation 3, podré caer fulminado por un infarto, ya no soy tan vital como hace 16 años. Y de sobrevivir me la pasaría jugando el día entero. Mínimo y no vuelvo a la Añoranza y la Literatura... quién sabe.

¡Papi, papi, quiero una Nintendo Wii!... Oui ???

12.04.2007

Feria de Cali 2007

¿Mi fiesta, mi rumba, mi rumba, que es la feria de la caña?

Me he pasado los últimos meses lamentando la cancelación de la Cabalgata de la Feria de Cali, la cual me acostumbre a ir desde pequeño, a ver a mi padre montar sus caballos y recorres las calles de la ciudad, en aquella época de norte a sur, y que con los años se volvió un evento de rumba y celebración con mis amigos. Me lamento la pérdida de ella, pero era un mal necesario. Esta ya no es la misma. Duele decirlo, cuesta creerlo, hará mucha falta la rumba, no digo que no, pero pensándolo mejor, y dejando a un lado tanto lamento, estoy de acuerdo con esto.

De hecho, estoy de acuerdo con todas las modificaciones que se le están haciendo a 50a. Feria de Cali.

Nuestra feria había dejado de ser un evento de los caleños, del pueblo, para convertirse en un evento para los que, de alguna manera, pueden asistir a los conciertos programados por empresas y discotecas privadas, pagando muchísimo dinero día tras día. Los que pueden ir al mismo sitio, a soportar el mismo calor indescriptible, a ver a los mismos artistas y hacer lo mismo que el año anterior- no entiendo la gracia del Rumbódromo, lo siento...

La Feria -así en mayúscula- es mucho más que eso.

Retrocedo unos años en el tiempo -digamos a 1997, la cuadragésima Feria de Cali, la cual recuerdo mucho. En estas ferias de antaño -parecen estar alejadísimas en el tiempo, por los tristes cambios que ha sufrido mi Cali- mi actividad principal era asistir a la corridas de toros (tema que no pienso discutir porque es algo que llevo en mi alma, así no más, y respeto cualquier posición a favor o en contra). Mis primero años asistía con mi padre, después trabajé en la misma Plaza. Asistía esperando ver la mejor temporada taurina de América. Presenciar las mejores corridas de toros, donde se daban cita los mejores reyes de la fiesta, los toros, con los más reconocidos toreros. Eran tarde de pasión, toreo, sol y calor que me hacía ebullir la sangre y despertar sensaciones que no se daban en el resto del año. Era el olor a tabaco, a jamón, a arena.

Después de los toros, usualmente acompañábamos a mi padre a algún remate de corrida, a comer fritanga, o a nuestra propia casa, donde se reunían familiares y amigos. Eramos apenas unos niños y por tal no podíamos acompañarles a la Verbenas y a las Casetas. Nos quedábamos en mi casa, con mi abuela, y al otro día volvíamos a nuestra querida plaza. Pero también salíamos a ver el Desfile de Autos Viejos, el Carnaval del Cali Viejo, y la anhelada Cabalgata.

El día de Cabalgata era estar listo desde muy temprano. Dejar a un lado los regalos recibidos la noche de Navidad y prepararse para estar todo el día por fuera. Nos recogía algún tío o primo mayor, porque usualmente mis padres salían juntos, junto a otros allegados. Buscábamos el mejor lugar para verla, sobre el capó de nuestra camioneta, con mis hermanos y primos. Esperábamos ver a nuestros mayores -años después nos acompañamos con alguna noviecita o amiga. Pasaban los jinetes, y los que se colaban con sus caballos de tela. Y al caer la noche nos dirigíamos al sur, a recoger a los montadores y rematar en algún restaurante -generalmente el restaurante de toda la vida, Porkis. Y ya muy de madrugada volvíamos a casa, sin problemas, sin preocupaciones, nosotros exhaustos de jugar y correr, nuestros padres y tíos, por culpa del baile y el alcohol; pero sin ninguna lamentación. Se sentía el orden, la comunión con las personas, la diversión, la alegría. Era un mundo de carnaval, de fiesta popular. No el caótico escenario de violencia, de exhibicionismo de poder y atarvanería, de odio y tensión que es ahora. Era Cali, los caleños que estaban de fiesta, sin importar el dinero, la posición social, era "nuestra gente". Era "su feria, su rumba, la Feria de la Caña". Ahora, un espacio donde se busca demostrar el dinero, el poder, el estatus recién adquirido y la extravagancia.

Antes, existía el civismo. Ahora, la traquetocracia. Antes, iban los mejores de la Salsa -Celia Cruz, Tito Pueno, Richie Ray, entre otros. Ahora, los mismo 5 cantantes que a pesar de ser bueno -no digo lo contrario- van año tras año, a cantar lo mismo, y sobretodo a sitios exclusivos, donde la mayoría del pueblo no puede acceder. Antes, existía un Comité de Ferias fuerte y constituido, que aportaba para el desarrollo de la ciudad. Ahora, 3 "megabodegas" convertidas en improvisados rumbeaderos privados, donde el más "platudo" es el bienvenido. Antes, estaba al Alumbrado, la Cabalgata y el Concierto de la Feria. Ahora, nada, nada, y parece que concierto oficial, tampoco.

La administración actual anuncia cambios en las Quincuagésima Feria de Cali. Han anunciado un reenfoque hacia las actividades más culturales, sin dejar a un lado "la rumba". Cali ha sido por muchos años un importante centro deportivo del país, y es por eso que también comparto la inclusión de mucha más actividades deportivas. Lo importante no es que todos participen de todas, sino que las opciones estén ahí. Que no se olvide que la Fiesta de todos. Esperemos que así sea, y si ésta va a cambiar por qué no vemos que rutina de feria podemos modificar nosotros pa' gozarla más.

La ciudad ha cambiado, los caleños no somos lo mismo. Estamos entre la espada y la pared. Debemos decidir entre el progreso o el dinero fácil y el "traqueteo". Entre el cambio y la indiferencia, y sí para eso deben quitarnos lo que más nos gusta, que así sea. ¡Aunque extrañaré tomarme unos traquitos sobre el anden plagado de conocidos, pero si es pa' mejor, pues me le apunto a esta nueva feria, con tal que recupere con el tiempo su esencia; no de (de)rumba(miento), sino de alegría y unión local.

¡Y eso que como ya no soy tan alérgico a los caballos, quería montar!...