12.04.2007

Feria de Cali 2007

¿Mi fiesta, mi rumba, mi rumba, que es la feria de la caña?

Me he pasado los últimos meses lamentando la cancelación de la Cabalgata de la Feria de Cali, la cual me acostumbre a ir desde pequeño, a ver a mi padre montar sus caballos y recorres las calles de la ciudad, en aquella época de norte a sur, y que con los años se volvió un evento de rumba y celebración con mis amigos. Me lamento la pérdida de ella, pero era un mal necesario. Esta ya no es la misma. Duele decirlo, cuesta creerlo, hará mucha falta la rumba, no digo que no, pero pensándolo mejor, y dejando a un lado tanto lamento, estoy de acuerdo con esto.

De hecho, estoy de acuerdo con todas las modificaciones que se le están haciendo a 50a. Feria de Cali.

Nuestra feria había dejado de ser un evento de los caleños, del pueblo, para convertirse en un evento para los que, de alguna manera, pueden asistir a los conciertos programados por empresas y discotecas privadas, pagando muchísimo dinero día tras día. Los que pueden ir al mismo sitio, a soportar el mismo calor indescriptible, a ver a los mismos artistas y hacer lo mismo que el año anterior- no entiendo la gracia del Rumbódromo, lo siento...

La Feria -así en mayúscula- es mucho más que eso.

Retrocedo unos años en el tiempo -digamos a 1997, la cuadragésima Feria de Cali, la cual recuerdo mucho. En estas ferias de antaño -parecen estar alejadísimas en el tiempo, por los tristes cambios que ha sufrido mi Cali- mi actividad principal era asistir a la corridas de toros (tema que no pienso discutir porque es algo que llevo en mi alma, así no más, y respeto cualquier posición a favor o en contra). Mis primero años asistía con mi padre, después trabajé en la misma Plaza. Asistía esperando ver la mejor temporada taurina de América. Presenciar las mejores corridas de toros, donde se daban cita los mejores reyes de la fiesta, los toros, con los más reconocidos toreros. Eran tarde de pasión, toreo, sol y calor que me hacía ebullir la sangre y despertar sensaciones que no se daban en el resto del año. Era el olor a tabaco, a jamón, a arena.

Después de los toros, usualmente acompañábamos a mi padre a algún remate de corrida, a comer fritanga, o a nuestra propia casa, donde se reunían familiares y amigos. Eramos apenas unos niños y por tal no podíamos acompañarles a la Verbenas y a las Casetas. Nos quedábamos en mi casa, con mi abuela, y al otro día volvíamos a nuestra querida plaza. Pero también salíamos a ver el Desfile de Autos Viejos, el Carnaval del Cali Viejo, y la anhelada Cabalgata.

El día de Cabalgata era estar listo desde muy temprano. Dejar a un lado los regalos recibidos la noche de Navidad y prepararse para estar todo el día por fuera. Nos recogía algún tío o primo mayor, porque usualmente mis padres salían juntos, junto a otros allegados. Buscábamos el mejor lugar para verla, sobre el capó de nuestra camioneta, con mis hermanos y primos. Esperábamos ver a nuestros mayores -años después nos acompañamos con alguna noviecita o amiga. Pasaban los jinetes, y los que se colaban con sus caballos de tela. Y al caer la noche nos dirigíamos al sur, a recoger a los montadores y rematar en algún restaurante -generalmente el restaurante de toda la vida, Porkis. Y ya muy de madrugada volvíamos a casa, sin problemas, sin preocupaciones, nosotros exhaustos de jugar y correr, nuestros padres y tíos, por culpa del baile y el alcohol; pero sin ninguna lamentación. Se sentía el orden, la comunión con las personas, la diversión, la alegría. Era un mundo de carnaval, de fiesta popular. No el caótico escenario de violencia, de exhibicionismo de poder y atarvanería, de odio y tensión que es ahora. Era Cali, los caleños que estaban de fiesta, sin importar el dinero, la posición social, era "nuestra gente". Era "su feria, su rumba, la Feria de la Caña". Ahora, un espacio donde se busca demostrar el dinero, el poder, el estatus recién adquirido y la extravagancia.

Antes, existía el civismo. Ahora, la traquetocracia. Antes, iban los mejores de la Salsa -Celia Cruz, Tito Pueno, Richie Ray, entre otros. Ahora, los mismo 5 cantantes que a pesar de ser bueno -no digo lo contrario- van año tras año, a cantar lo mismo, y sobretodo a sitios exclusivos, donde la mayoría del pueblo no puede acceder. Antes, existía un Comité de Ferias fuerte y constituido, que aportaba para el desarrollo de la ciudad. Ahora, 3 "megabodegas" convertidas en improvisados rumbeaderos privados, donde el más "platudo" es el bienvenido. Antes, estaba al Alumbrado, la Cabalgata y el Concierto de la Feria. Ahora, nada, nada, y parece que concierto oficial, tampoco.

La administración actual anuncia cambios en las Quincuagésima Feria de Cali. Han anunciado un reenfoque hacia las actividades más culturales, sin dejar a un lado "la rumba". Cali ha sido por muchos años un importante centro deportivo del país, y es por eso que también comparto la inclusión de mucha más actividades deportivas. Lo importante no es que todos participen de todas, sino que las opciones estén ahí. Que no se olvide que la Fiesta de todos. Esperemos que así sea, y si ésta va a cambiar por qué no vemos que rutina de feria podemos modificar nosotros pa' gozarla más.

La ciudad ha cambiado, los caleños no somos lo mismo. Estamos entre la espada y la pared. Debemos decidir entre el progreso o el dinero fácil y el "traqueteo". Entre el cambio y la indiferencia, y sí para eso deben quitarnos lo que más nos gusta, que así sea. ¡Aunque extrañaré tomarme unos traquitos sobre el anden plagado de conocidos, pero si es pa' mejor, pues me le apunto a esta nueva feria, con tal que recupere con el tiempo su esencia; no de (de)rumba(miento), sino de alegría y unión local.

¡Y eso que como ya no soy tan alérgico a los caballos, quería montar!...

2 comentarios:

patton dijo...

Confirma lo dicho aquí. Que pesar que ya las cosas no sean como antes, pero es que el país ya no es como era antes.

Anónimo dijo...

LO MEJOR ES LA CANCELACION DE LA CABALGATA, EL ABUSO A LOS POBRES CABALLOS Y LA POBRE ORANIZACION DE UN EVENTO TAN NEFASTO, BURDO Y SIN CLASE, SI TANTO QUIEREN A LOS CABALLOS PUES VAYAN A MONTAR A LA FINCA COMO YO HAGO Y NO PRESUMIENDO FRENTE A LOS ESTRATOS MAS BAJOS EL ENTRE COMILLAS PODER
EH DICHO