4.30.2007

¡Confieso que he robado!

Ayer, domingo, estuve visitando la 20a. Feria Internacional del Libro de Bogotá. Y confieso ddos cosas... que no quería ir, y que he robado.

Para la 1ra. tenía muchísimas razones: el gentío, los mismos catálogos, los costos de los libros y las entradas, no tener dinero y mantener antoja'o... en fin, todo tipo de excusas para ahorrarme el trabajito de ir a Corferias (no sería la primera vez que falto a una Feria del Libro en los
4 años que llevo viviendo en Bogotá, no era nada del otro mundo).

Sin embargo, mi querido amigo Pipe B. me convenció para que le acompañase, y acepté porque no tenía mucho que hacer para romper el tedio de un domingo. La entrada costosísima: $7.000 mcte; el gentío, innumerable; el catálogo, bastante común; conferencias, ya no habían; el lanzamiento del libro de Chespirito, hasta las tetas; Dinero, muy poco. Y de pronto, se me ocurrió llamar a mis padres a pedirle un subsidio cultural que me autorizaron; $50.000 mcte. No es mucho pero encontré unas perlas en el pabellón de saldos de la Panameri
cana.

El lobo estepario,
de H.Hesse: $9.500; El caballero de Olmedo y Fuenteovejuna de Lope de Vega: $6.000; Antología poética de Quevedo: $6.000; un libro de R.H. Moreno Durán y otro de Fernando Cruz Kronfly: $5.000 c/u; Las flores del mal de Baudelaire: $9.500...

6 libros por menos de $40.000 era todo un éxito. Pero la cosa no terminó ahí. Entré en el apar
atoso stand de Editorial Norma buscando una Antología del siglo de oro, editada en Cara y Cruz, que Pipe B. necesitaba y de repente, me encuentro con un título que rezaba: Arte, literatura y cultura popular de Jaime Rest. Lo tomé, lo voltié, lo miraba y lo miraba, caminé por todo el stand con el libro en la mano y justo en el momento que el celador miraba hacia otro lado, salí del stand como Pedro por su casa, me metí en el siguiente stand, el del FCE y esperé que mis amigos salieran de Norma. Robar libros por una buena causa. Total del ahorro: $30.000... Quién nunca se ha robado un libro. Si no lo has hecho, mi querido lector, ya es hora de ir planeando el delito (si a eso se le puede llamar delito).

¡Bueno mis queridos amigos, confieso que he robado!... aunque no es mi primer delito bibliográfico... que Dios y la Patria me lo demanden...

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