El poeta y la muerte.
A la casa del poeta, llega la muerte borracha:
ábreme viejo que ando buscando una oveja guacha.
Estoy enfermo - después, perdóname vieja lacha.
Ábreme viejo cabrón, ¿o vai a mohtrar I'hilacha? por muy enfermo quehtí,
teníh quiafilame I'hacha.
Déjame morir tranquilo te digo vieja vizcacha
Mira viejo dehgraciao, bigoteh e cucaracha
anteh de morir teníh, quechame tu güena cacha
La puerta se abrió de golpe:
Ya - pasa vieja cufufa
ella que se le empelota
y el viejo que se lo enchufa.
[de Hojas de parra (Santiago, Ganímedes, 1985)].
Poesía Visual (Artefactos).
Más de Nicanor Parra ver aquí y aquí. ¡Alguna genial influencia a la esencia de esta casa! Pura antipoesía. ¡Hermosa!
9.13.2007
Así sí me gusta a mí...
Publicadas por Abadía Vernaza a la/s 12:20 p. m.
Etiquetas: Antipoesía, Ironía, Nicanor Parra, Parodia
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