9.20.2006

Peculiaridad Pontificia

Hoy, caminando por las escaleras de mi Pontificia Universidad Javeriana, elevado pensando en quién sabe qué y haciendo movimientos de baile espontáneos, noté la presencia de un personaje que hace un buen tiempo no veía y el cual había dejado perderse por la embarrados caminos del olvido: un trasvestido que asiste a la PUJ (sí tal como suena, un travesti). Hoy lo(la) vi, con su larga cabellera de rayitos claros, su rostro duro y masculino, un vestido hasta las rodillas negro, que dejaba vislumbrar unos desubicados senos y un par de botas de tacón alto.
No faltará quién diga que soy un homofóbico, o que ahora me estoy burlando de su condición, pero aquellos que me conocen sabran reconocer en esto un hecho relevante, no por su caracter de fenómeno, como alguno quisieran declarar, sino por ser una peculiaridad que despierta muchas meditaciones alrededor. Poco conocedor del mundo del trasvestismo - la única referencia directa que he recibido es Laisa Reyes y hace unos cuantos años Hugo Lombardi - hoy al ver pasar por mi lado a este peculiar individuo, no pude evitar entrar en un estado de meditación y autoconversa, el cual duró por las aceras de la 7ma. hasta llegar a mi casa. Al verlo supe que de una u otra forma esta personalidad debían ser parte de los desocupados bytes y caracteres que componen este blog.
Mi meditación para nada entro en juicios en cuanto a su condición, aunque siempre he tenido curiosidad sobre el porqué de su apariencia (a veces, no lo niego, pienso que es una especie de broma y resistencia a un orden, incluso llegué a pensar que se tratase de algún proyecto de teatro o algo así). Después de interrogarme unos milésimas de segundo por su condición, pasé a sentir una especie de admiración por tan fuerte personalidad, sin sentido despectivo todo el mundo le veía como un bicho raro. Pero en eso recordé que no era una novela de RCN, ni una escena teatral, sino el mundo real, y no cualquier mundo, el mundo de una universidad católica que se autodenomina Pontificia, y de inmediato se me planteó una enorma paradoja, la de un travesti en la Javeriana.
Echándole cabeza al asunto, sentí algo que se parece al orgullo por esa universalidad dentro del alma máter javeriano. A pesar que la Universidad se afilia al Pontificado Vaticano, conserva un espíritu universal que siempre he querido rescatar. Ni comparar con la Sabana y sus administradores del Opus Dei. Sea como sea, y seguro que la figura de este personaje podría ser peligrosa para la salud cardiaca de muchos curitas, y de no pocos estudiantes, pensé que la Universidad Javeriana, se le llame o no Pontificia conserva en algún modo ese espíritu de academia y sobretodo de Universidad como reflejo y parte activa del mundo real, y no como belleza tecnológica y física. Hoy defiendo esos valores, y sin importar que razones tengan los curitas para obviar de forma tan extrema las nociones de la Iglesia Católica, y escribo porque hoy se vio lo que para mí es el deber-ser de una Universidad, sea pública o privada. Sea por plata o por lo que sea, ver a este trasvestido ser dentro de los "caminos del Papa" me puso a pensar en las paradojas de la vida, y en como me gasté mi caminata en vainas tal vaticanales.

El desocupe puede llegar a ser serio, solo se necesita paciencia, mucha paciencia.

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